La Sinagoga de Roma es el hogar de la comunidad judía más antigua de Occidente, escenario que ha dado la bienvenida al Papa con un efecto disruptivo de enmienda y encuentro entre líderes cristianos y judíos.
En efecto, en el libro: Sinagoghe italiane (Sinagogas italianas en español- Edizioni Biblioteca dell’immagine, 2020), se hace una menciónal Templo Mayor de Roma. En su interior se llevan a cabo también los más importantes momentos institucionales de la comunidad judía: como por ejemplo, nada descontado acoger a un papa después de siglos.
Reconstruir el panorama de las sinagogas italianas significa no sólo recorrer la historia de las numerosas comunidades que han florecido en la península. Sino también reconocer la gran contribución que ofrece la presencia judía en Italia en la formación del patrimonio cultural, tanto material como inmaterial.
Es, por lo tanto, mucho más que una guía turística el libro del periodista italiano Adam Smulevich que con la ayuda de las ilustraciones de Pierfranco Fabris, realiza un viaje entre las sinagogas italianas, e incluye una evocación particular a la visita de tres papas y el gesto de un tercero ante la Sinagoga de Roma.
«Hermanos mayores»
San Juan Pablo II fue el primer pontífice en entrar en un templo judío. Su visita a la Sinagoga de Roma (13 de abril de 1986), recibido por el Rabino Jefe de la ciudad eterna, Elio Toaff, selló un nuevo capítulo en el diálogo y la amistad con los “hermanos mayores” en la fe.
Juan XXIII, en 1959, había detenido la procesión papal en Lungotevere para bendecir a los judíos que salían de la Sinagoga de Roma. “Fue la primera vez – lo recordó el rabino Toaff en sus memorias – que un Papa bendijo a los judíos”.
Y este domingo se cumplió el V aniversario de la visita de papa Francisco al Templo Mayor de Roma (17 de enero de 2016); unos meses después de ese evento, visitó Auschwitz (29 de julio) manteniendo un doloroso y respetuoso silencio frente a los sobrevivientes del holocausto.
La comunidad judía ocupa un lugar muy especial en el corazón del actual Obispo de Roma. Ya en Buenos Aires, Bergoglio solía acudir a las sinagogas para encontrar a las comunidades que se reunían allí, seguir de cerca las fiestas y las conmemoraciones judías y dar gracias a Dios (Discurso 17.01.2016).
La Gran Sinagoga de Roma es la sinagoga más grande de la capital italiana. El edificio que se terminó de construir en 1904 en Lungotevere en la calle de’ Cenci reivindica la memoria dolorosa del precedente que estableció el ‘gueto’ en 1555 y otras medidas antijudías, así como los sermones forzados y la deportación de 1943 luego de las leyes antisemitas de Mussolini.
Octubre de 1943
Smulevich guía al lector en la historia del barrio judío, ligado a la de la Sinagoga, como a sus puertas, al amanecer del 16 de octubre de 1943, se llevó cabo el día de la incursión nazi que, con esta misma área en su centro, llevó a la deportación de más de mil judíos romanos (muy pocos regresaron).
Una herida que todavía sangra, comenta el autor. Como la que se abrió el 9 de octubre de 1982, el día del ataque llevado a cabo por los terroristas palestinos contra la multitud que salía de la sinagoga. Un niño de dos años, alcanzado por las balas, no volvería a los brazos de sus seres queridos.
Smulevich también recuerda la visita de Benedicto XVI a la Sinagoga de Roma (17 de enero de 2010). El Papa alemán invocó que la convivencia entre cristianos y judíos sea animada por un creciente amor fraterno: que se exprese también en una cooperación cada vez más estrecha.
https://es.aleteia.org/2020/11/09/como-ha-cambiado-la-relacion-entre-la-iglesia-y-los-judios/