Durante la rueda de prensa para dar a conocer el Mensaje del Papa para la Cuaresma 2021, presentada por el Cardenal Turkson, Marcela Szymanski de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha intervenido por videollamada desde Bruselas, compartiendo la experiencia de una familia cristiana en Alepo, Siria, perseguida por fundamentalistas islámicos.
“Los terroristas – ha explicado Szymanski – querían llevarse a todos los hombres y niños con ellos. Se esperaba que las mujeres renunciaran a su fe y se volvieran musulmanas. Solo sobrevivieron porque el ejército llegó a tiempo y los terroristas huyeron. Esta familia ha sido generosa en compartir su experiencia con nosotros, porque creen firmemente que Dios estaba con ellos allí, de lo contrario…todos habrían muerto. La familia ha vuelto ahora a una vida normal según los estándares de Alepo, trabajando en una guardería”.
Enseñanza de los perseguidos para vivir la Cuaresma
“¿Qué podemos aprender para la Cuaresma – ha preguntado la representante de ACN – de una familia así, que pasó por un calvario cruel pero se considera resucitada en Cristo? Los perseguidos son la élite de la Iglesia, y servirles no es un deber sino un honor. El camino al cielo a través del martirio no es como una película de Zeffirelli, y esos testigos todavía necesitan apoyo psicológico. Pero otros también han sobrevivido para contar los frutos de su fe y su oración. Esos frutos son el perdón y el amor”.
El Amor de Dios: combustible para el perdón
Después -ha agregado- hay que seguir el camino de la reconciliación “para obtener una nueva relación duradera en paz y armonía, con ese vecino que tanto dolor te ha causado. Se empieza por sentirse rodeado del Amor de Dios. Este es el único combustible que nos mueve a perdonar el dolor de la pérdida de los hijos, de las madres, de todas sus posesiones, de su salud, de sus proyectos. A esto hay que sumar el testimonio de buenas personas que te acompañan en este camino del perdón ”.
Szymanski ha recordado a “muchos sacerdotes y monjas secuestrados en África, que están siendo arrestados por milicias. ¡Quieren el dinero para comprar más armas y seguir secuestrando! Así, la decisión que tomaron los obispos nigerianos la semana pasada, junto con los familiares de las víctimas, es no pagar rescate por ninguno de ellos. Asumir la responsabilidad de no pagar es una cruz muy pesada. Nuestros hermanos en Nigeria están ayunando de por vida, esperando otro milagro. Tenemos mucho que aprender de ellos”.