¿Se ha preguntado alguna vez porque decimos «Amén» al final de una oración? Amén es una palabra hebrea que es una afirmación que significa “así sea” es decir reconocemos y afirmamos creyendo que Dios nos ha escuchado y que ciertamente Dios hará lo que pedimos; en cierta forma es una declaración de fe que por lo general está ligada a nuestra intención personal o deseo específico.
La idea al escribirles este articulo es profundizar un poco en cuanto al significado mas profundo de la palabra AMEN.
La palabra AMEN proviene del idioma hebreo אָמֵן (amn), se pronuncia ómen y significa “en verdad”, también significa «así sea», «seguro», «abstracto», «fidelidad» es una palabra de origen semita, y tiene su origen en el verbo hebreo aman, cuyo significado podría explicarse como “estar apoyado en una roca firme con la certeza absoluta de que no se moverá”
Conocemos algunos de los nombres de Dios en el Antiguo Testamento:
Éxodo 3:14 Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. 15 Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: YHWH, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos.
«ELOHIM» es el Creador Todopoderoso, “EL OLAM” es el Dios Eterno, «EL ELYON” es el Dios Altisimo, y «EL AMEN» como otro de sus nombres lo descubrimos por primera vez en Isaías 65:16
En la traducción de este versículo al español en lugar de EL AMEN utilizada en el texto original en hebreo, se utiliza en algunas versiones El Dios de Verdad (versión Reina Valera) y en otras el Dios de Fidelidad (versión recobrada)
«El que se bendijere en la tierra, en el Dios de Verdad (EL AMEN) se bendecirá; y el que jurare en la tierra, por el Dios de Verdad (EL AMEN) jurará;…
EL AMEN” es el Dios de Verdad, el Dios de Fidelidad.
En el Nuevo Testamento en Ap 3:14 vemos que El Señor Jesucristo es «el Amen de Dios».
“Y escribe al ángel de la iglesia en LAODICEA: He aquí dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios”
Al dirigirse a cada una de las iglesias, El Señor Jesucristo hace referencia a lo que Él es y a lo que Él hace, respectivamente según la situación y condición de cada una de ellas. Aquí al dirigirse a la iglesia en Laodicea, Él se presenta como El Amén, el que es firme, estable y confiable como una roca y por consiguiente el es fiel y verdadero.
Jesús se refiere a sí mismo como “Amén” implícitamente al declarar en Juan 14:6 “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.
Solo Jesús es el camino de la verdad y la vida, por tanto solo Él es apto para iniciar una oración con un amén.
Cada vez que leemos en la palabra la frase “de cierto de cierto os digo” significa que lo que estaba por venir no solo era la verdad, sino que también El Señor Jesús era la autoridad en esa verdad.
Juan 6:47: De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
Los creyentes tenemos la certeza de la salvación, porque Jesús mismo ratifica este hecho como El Amen.
Sabiendo que la palabra «amen» es, en esencia, una confirmación de la verdad, no nos sorprende que la confirmación completa y perfecta de todo lo que es verdadero, todo lo que es perfecto y correcto, se vea en la persona misma del Señor Jesús.
Porque él es Dios con nosotros, porque él es la verdad y porque Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre., el cumplirá y llevara a cabo la promesa escrita en Apocalipsis 22:20
El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.
Después de oír lo que dice este versículo, todos debemos orar de esta forma y dar la misma respuesta que Juan:
Amén. ¡Ven, Señor Jesús!