«Un camino para emprender juntos», y en particular se dirige a esas siete realidades: «familias, parroquias y diócesis, escuelas y universidades, hospitales, empresas y granjas, organizaciones, grupos y movimientos e instituciones religiosas». «Solo así podremos crear el futuro que queremos: un mundo más inclusivo, fraternal, pacífico y sostenible».
Hoy se clausura el Año Laudato si’. Doy las gracias a todos los que han participado con numerosas iniciativas en todo el mundo. Es un camino que debemos continuar juntos, escuchando el grito de la Tierra y de los pobres.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) May 24, 2021
Necesitamos una ecología humana integral y nuevos estilos de vida
En el video el Papa recuerda su Encíclica Laudato si’, promulgada en 2015 y en la que invitó a todas las personas de buena voluntad a cuidar la Tierra. Además, señala que, desde hace tiempo, «esta casa que nos acoge sufre las heridas que provocamos por una actitud depredadora, que nos hace sentir dueños del planeta y de sus recursos y nos autoriza a un uso irresponsable de los bienes que Dios nos ha dado».
Además , explica, «estas heridas se manifiestan dramáticamente en una crisis ecológica sin precedentes que afecta al suelo, al aire, al agua y al ecosistema en el que viven los seres humanos» y la actual pandemia ha sacado a la luz de forma aún más contundente el clamor de la naturaleza y el de los pobres, que son los que más sufren las consecuencias.
Ante este panorama, el Papa insiste, una vez más, en que «necesitamos un nuevo enfoque ecológico que transforme nuestra forma de habitar el mundo, nuestros estilos de vida, nuestra relación con los recursos de la Tierra y, en general, nuestra forma de ver al hombre y de vivir la vida». De hecho, subraya que necesitamos una ecología humana integral «que involucre no sólo las cuestiones ambientales sino al hombre en su totalidad».
Tenemos una gran responsabilidad con las generaciones futuras
«¿Qué tipo de mundo queremos dejar a nuestros niños y jóvenes?», se pregunta el Papa. «Nuestro egoísmo, nuestra indiferencia y nuestros estilos irresponsables están amenazando el futuro de nuestros hijos». De ahí su llamamiento a «cuidar de nuestra madre Tierra», a «superar la tentación del egoísmo que nos convierte en depredadores de los recursos», a «cultivar el respeto por los dones de la Tierra y de la creación» y a «inaugurar un estilo de vida y una sociedad por fin eco-sostenibles».
«De las manos de Dios hemos recibido un jardín; no podemos dejar un desierto a nuestros hijos”»puntualiza.