A través de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), El Vaticano dio a conocer un listado parcial de sus propiedades alrededor del mundo, el cual, hasta el momento, omitió sus propiedades en España.
Según el gobierno de ese país, los ingresos del Vaticano operan a tres niveles: el sector inmobiliario, el sector mobiliario y otras actividades.
La información destaca porque por primera vez desde 1967 el documento se ha hecho público, aunque sólo se refiera al año 2020. La decisión de publicarlo, explicó monseñor Nunzio Galantino, nace de la «esperanza» de aumentar la confianza en la Iglesia Católica. La información se publica mientras que el Papa se encuentra en la residencia de Santa Marta, recuperándose de una operación de cáncer de colon.
Bienes terrenales
Según los documentos, El Vaticano cuenta con un patrimonio inmobiliario de 883 millones de euros repartido en más de 5,000 propiedades, de las cuales, la mayoría en Italia, Francia, Reino Unido y Suiza. En Italia, cuenta con 4,051 inmuebles, 92% ubicadas en Roma, en tanto que otras 1,120 se hallan en Londres, París, Ginebra y Lausana. No se detallaron las propiedades en España.
Según el documento, 40% de los edificios son escuelas, conventos y hospitales, de los cuales, a precio de mercado, se renta 14% en Italia, por los cuales recibieron 2.8 millones de euros; de las rentas del resto del mundo, 13,8 millones.
Fuentes de ingresos principales
Entre sus tres fuentes de ingresos están el sector inmobiliario con la gestión de 4,051 unidades en Italia, además de inversiones en títulos internacionales, asesoramiento, soluciones financieras, acceso a los mercados de capitales y otros organismos. De las inversiones financieras a plazo fijo tienen 1,778 millones de euros.
Otras de las actividades son los servicios, que en su mayoría gratuitos, son prestados por las oficinas de compras, contabilidad, cobros y pagos y por la «Peregrinatio Ad Petri Sedem», que se ocupa de las entradas y la organización logística de los viajes para el sitio.
Como se recordará, El Papa Francisco decretó en julio de 2016 impulsar la transparencia en las finanzas del Vaticano, sometidas a escrutinio desde la filtración de documentos secretos que revelaban irregularidades importantes.
En entrevista con Vatican News, el cura Juan Antonio Guerrero Alves, Prefecto de la Secretaría para la Economía, dijo que “la economía de la Santa Sede no es ni importante por su volumen ni interesante por su contenido”. https://www.vaticannews.va/es/vaticano/news/2021-07/balance-santa-sede-guerrero-2020-ano-dificil.html
Cabe señalar que El Estado de la Ciudad del Vaticano es reconocido como país con derecho público internacional, distinto de la Santa Sede, que es el órgano soberano de la Iglesia católica. Su forma de gobierno es la monarquía absoluta, pero curiosamente, su ‘rey’, que es el actual Papa, se elige por sufragio limitado a los cardenales menores de 80 años y quien tiene poder sobre lo legislativo, ejecutivo y judicial.
Según el balance del año 2020, las ganancias fueron menores a 51 millones de euros (mde), aunque las inversiones financieras sumaron 1,778 millones. La contribución para las necesidades de la Curia Romana se redujo de 41 a 20 millones.
Juicio en puerta
En este marco, El Vaticano iniciará en breve un juicio por la compra de un edificio Real Estate en Londres a través de un entramado de empresas y fondos que implicó un desembolso de 200 millones de dólares en un solo inmueble.
En el banquillo estará el destituido cardenal italiano Angelo Becciu, quien estuvo en la Secretaría de Estado del Vaticano entre 2011 y 2018 y asesor cercano al Papa Francisco.
La audiencia será dedicada a cuestiones técnicas, basadas en la compleja acusación de 500 páginas, fruto de dos años de investigación.
Parte de la denuncia destaca que entre 2013 y 2014, la Secretaría de Estado del Vaticano pidió prestado 200 millones de dólares al banco Credit Suisse, para invertir en el fondo luxemburgués del empresario italiano Raffaele Mincione.
La mitad de ese dinero fue para adquirir parte del edificio de Londres y la otra era para realizar inversiones bursátiles, pero Mincione utilizó el dinero para «operaciones especulativas», entre ellas la compra de bancos italianos con problemas financieros.