Países de todo el mundo celebran el 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer, una festividad que se originó primero en el movimiento del sufragio universal y luego se convirtió en una celebración más amplia de los derechos y las contribuciones de las mujeres adoptada por las Naciones Unidas en 1977.

La Comisión de Mujeres de la Alianza Evangélica Mundial anima a los cristianos de todo el mundo a “reconocer y apreciar la contribución y el valor de las mujeres y las niñas” en este día.

“La Iglesia está prestando más atención a las preocupaciones de las mujeres, pero las mujeres en las iglesias me dicen que están agotadas emocional y físicamente después de dos años de Covid. Anhelan tener una voz”, expresó Amanda Jackson, presidenta la comisión.

En países como Bangladesh, celebrar un día así brinda la oportunidad de hablar sobre formas básicas de libertad, dice Martha Das, secretaria general del movimiento evangélico del país. “Hasta que todas las mujeres sean tratadas como seres humanos creados a imagen de Dios, debemos recordar el Día Internacional de la Mujer”, comentó.

También en América Latina, la realidad de “marginación y abuso” sigue siendo muy visible, dice Fátima Oliva Roca. “La Biblia nos exhorta a hablar en favor de los que no tienen voz y por los derechos de todos los que son vulnerables (Proverbios 31:8)”.

En este sentido, se ha creado una red de expertos cristianos para acabar con el abuso doméstico (CNEDA) para “compartir recursos e ideas prácticas así como materiales bíblicos sobre relaciones saludables. La necesidad es grande. A pesar de las leyes de violencia doméstica en muchas naciones y la creciente conciencia pública, el abuso sigue aumentando, y 904 mujeres mueren cada semana a manos de ex/parejas abusivas”, dice la Comisión de Mujeres de la WEA.

Amanda Jackson anima a las iglesias evangélicas a “no solo ser conscientes de las mujeres”, sino a “tomarse el tiempo para reconocer sus dones” en todas las áreas del ministerio.

Un “Llamado a todos los cristianos” publicado en 2019 por un grupo de mujeres vinculadas al Movimiento de Lausana y la Alianza Evangélica Mundial está disponible para descargar en diez idiomas. El manifiesto incluye conciencia, atención y acción, y concluye con estas palabras: “Hacemos un llamado a los hombres y mujeres de la Iglesia global a actuar para que las mujeres, los hombres, las niñas y los niños puedan abrazar sus dones espirituales para fortalecer el trabajo de la Iglesia, y su testimonio para la gloria de Dios” (descarga en español aquí).