Los musulmanes se preparan para la inminente llegada del final del Ramadán y con él la Noche del Destino, llamada en árabe Lailat al-Qadr, que también puede traducirse como ‘Noche del Poder’ o ‘Noche del Decreto’.

De acuerdo con la tradición islámica, en esta noche ‘descendió’ el Corán, es decir, se produjo la revelación al profeta Muhammad a través del ángel Gabriel.

Se trata, pues, de una noche especialmente importante para los musulmanes, ya que en ella se deciden los destinos de todos los seres durante el año que se inicia. En esta noche se abre especialmente la conexión entre el mundo visible y el invisible, todas las súplicas son atendidas y los actos de devoción equivalen a los que puedan hacerse a lo largo de mil meses, que son ¡83 años!

¿Cuándo es exactamente la Noche del Destino?

El Corán no lo dice. La tradición establece que se trata de una de las noches impares de los últimos diez días del mes de Ramadán, que son particularmente intensos en cuanto a actos de devoción: una especie de sprint final. Puede ser por tanto los días 19, 21, 23, 27 y 29 del mes. Los musulmanes sunníes tienden a establecer la fecha en la noche del 27.

¿Cómo se traduce eso al calendario de Ramadán del año 1444?

Lo primero que debe tenerse en cuenta es que en el cómputo islámico la noche precede al día, es decir, que el día empieza con la salida de la luna y por tanto la noche del 27 vendrá antes que la jornada del 27.

La segunda dificultad es el inicio de Ramadán no es el mismo para todos los musulmanes, porque depende de la observación de la luna y de los métodos utilizados para ello.

En España, la mayoría de los musulmanes se atiene al calendario establecido por la Comisión Islámica de España, que a su vez sigue a la Liga Islámica Mundial y sus cálculos astronómicos para establecer el día del inicio de Ramadán.

En este caso, el 27 de ramadán de 1444 corresponde al lunes 17 de abril de 2023, y por tanto la Noche del Destino será probablemente la del lunes al martes.

¿Suponen estas diferencias algún problema?

No. En realidad, las discrepancias de calendario abundan en la indeterminación tradicional, que al no asignar una fecha concreta a la Noche del Destino, anima a ‘buscarla’ durante las últimas veladas de Ramadán, esto es, a actuar en todas ellas como si fuera esa la noche señalada y bendita.