Cientos de cristianos de todo el país se arrodillaron en oración en el National Mall de Washington D.C., capital de Estados Unidos, para pedirle a Dios que perdone los pecados raciales de América y traiga reconciliación y sanidad a esta tierra.
La semana de las festividades “Despertando a los dormidos”, en donde cristianos de todo el país instalan tiendas de campaña en las ciudades capitales para proclamar el Nombre de Jesucristo, culminó el lunes con una oración masiva dirigida por mujeres cristianas de diferentes etnias, razas y contextos denominacionales.
A pesar de la intensa lluvia de la mañana, cientos de mujeres atravesaron las inclemencias climáticas para participar de ‘Levantate’, una asamblea de adoración organizada por el líder carismático Lou Engles, Un Llamado a La Oración por la reconciliación racial, y para terminar con las diferencias de género y el aborto en Estados Unidos.
Han pasado cerca de dos meses de la última vez que miembros de ‘Levantate’ clamaron por el cese de la violencia contra las minorías raciales, después del brote de violencia ocurrido durante una movida nacionalista blanca en Charlotteville, Virginia, en Agosto pasado.
La sobrina del ícono de los derechos humanos Rev. Martin Luther King, humanos, Alveda King, dijo durante la oración matutina a través de los altavoces que “como nación, hemos rechazado la verdad de Dios en Hechos 17:26” y se ha “abrazado una mentira pecaminosa de división racial” que a su vez “nos ha llevado al pecado de la injusticia y el racismo”.
“Hechos 17:26 dice que somos una misma sangre, provenientes de una misma sangre, Dios creó a las personas para que vivieran unidas,” explicó la activista. “Así que rompemos con el pecado de la mentira racial. No somos razas separadas. Somos una solo sangre. Podemos vivir unidos como hermanos y hermanas. Decreto que, en esta nación y en todo el mundo, no pereceremos en la necedad. Nos volveremos a Dios.”
Debido a la incesante protesta de los jugadores de la NFL en un esfuerzo por dar a conocer la violencia policial contra los afroamericanos, los brutales enfrentamientos han quedado en el foco de la discusión nacional, y los participantes de “Levántate” han declarado abiertamente su posición al respecto al tomar un tiempo de oración pública.
“Demostremosle al mundo lo que doblar las rodillas realmente significa,” dijo una de los líderes afroamericanos a la audiencia. “Mostremos al mundo lo que significa tratar con un Dios Santo y Justo, que está trayendo sanidad para el dolor de muchas mujeres afroamericanas, quienes recibieron un llamado donde se les anunciaba que sus hijos fueron asesinados a balazos en las calles, de mujeres que dejaron a sus bebés en contenedores de residuos después de ser víctimas de la industria del aborto.”
¿Podemos compadecernos de su dolor y doblar nuestras rodillas para que nuestro Santo y Justo Dios se lleve ese dolor de estas vidas?” continuó la líder. “Cuando nos levantemos, quiero que lo hagamos con la convicción de que Dios nos ha escuchado y sanará nuestra tierra en el Nombre de Jesús.”
Nicole Johnson, una afroamericana que viajó desde Yorktown, Virginia, para participar de “Levántate”, compartió la emoción de ver a todos de rodillas.
“Estoy tan feliz de que esto esté ocurriendo. Esto es lo que se necesitaba. Esto es lo que se supone debe hacer el Cuerpo de Cristo. Se supone que provoquemos el cambio y no esperarlo de los gobiernos,” dijo Johnson. “Bendigo al presidente Trump y a su administración. Pero al final del día, nosotros, el pueblo de Dios, debemos estar a cargo. Estoy feliz de estar aquí y ser parte.”
“Se supone que cada uno de nosotros tome su cruz y comience a ocuparse de lo verdaderamente importante. Estoy convencida de que si entendemos y comenzamos a caminar en la autoridad que Dios nos ha dado, podemos alcanzar grandes cosas a través del Cuerpo de Cristo y de la Iglesia.”
Saadia Sullivan, una cristiana hispana de Newport, Virginia, contó que ver cristianos de diferentes razas unidos para orar por la sanidad de la nación, le demostró el deseo de ‘unidad’ y de ‘quebrar las divisiones raciales’ que existen.
“Puedes ver iglesias donde predominan blancos y otras donde predominan negros. Dios nos quiere juntos,” puntualizó Sullivan. “Está bien que cada uno tenga su iglesia, pero a la vez que podamos unirnos por una causa.”
Antes de que la multitud se arrodillara en oración, Cindy Jacobs, una líder cristiana blanca, quien fundó el ministerio Generals International, se disculpó directamente con las madres y abuelas afroamericanas por la ‘cultura de miedo’ que la nación ha creado.
“Habló con tantas madres y abuelas afroamericanas que me dicen, “tengo miedo de que mi bebé salga”. Lamento tanto que tengan miedo de que sus hijos acaben muertos. Lo lamento tanto. No podemos desentendernos. Es el pecado causando tanto dolor.” exclamó Jacobs. “Lamento que hayamos hecho que sus hijos e hijas teman de nuestra policía. Lamento mucho esta injusticia. ”
Jacobs admitió que Norteamérica no sabe cómo salir de esta cultura de miedo.
“Estamos arrepentidos. Esto está mal. Señor, no sabemos exactamente cómo arreglarlo,” se lamentó Jacobs. “Padre, perdonanos por tanto odio, por tanta muerte ¡Perdonanos Dios! Ayúdanos a amarnos de la manera en que tú amas Jesús. ¡Danos más amor!”
Después de la oración, King se dirigió a Jacobs, recordándole que ella está perdonada, y remarcando que debemos perdonar para recibir perdón de Dios.
“Mi tío constantemente decía que perdonemos, que seamos una sola sangre, una solo raza, que aprendamos a vivir juntos como hermanos y hermanas,” dijo King. “Mi hijo fue encarcelado y conozco muchos hombres negros presos o asesinados. Es un sistema injusto. Lou Engles tiene razón. Debemos volvernos a Dios para así acabar con la injusticia.”