El papa Francisco realizará una visita de un día a Ginebra el 21 de junio, donde se reunirá con el presidente suizo y celebrará una misa en el aeropuerto. Pero antes acudirá al Consejo Mundial de Iglesias (CMI). ¿Cuál es el motivo de su presencia en ese poco conocido organismo religioso?
La última visita papal a Suiza tuvo lugar en 2004, cuando el papa Juan Pablo II viajó a Berna un año antes de morir. Juan Pablo II había acudido a diversas organizaciones internacionales en Ginebra, también conocida como la Roma Protestante, en 1984, incluido el CMIEnlace externo. Pablo VI también fue allí en 1969.
La fiebre del papa aumenta en la organización con sede en Ginebra, que celebra este año su 70 aniversario. El periplo papal del próximo mes, cuyo lema es ‘Caminar, orar y trabajar juntos’, es el resultado de cinco años de esfuerzos de los miembros del CMI tras el nombramiento del papa Francisco en 2013.
“La visita de Su Santidad el papa Francisco, durante esta peregrinación ecuménica, al CMI en nuestro 70 aniversario es un hito histórico en la búsqueda de la unidad de los cristianos y de la cooperación entre las iglesias en pro de un mundo con paz y justicia”, subrayó Olav Fykse Tveit, secretario general del CMI, en conferencia de prensa el martes (15.05)
Fundada en 1948, la discreta organización religiosa reúne a las iglesias ortodoxa, anglicana, metodista, bautista, luterana y reformada del mundo (350 iglesias miembros en total), pero no a la Iglesia Católica Romana, con la que ha tenido una relación complicada.
Al igual que las Naciones Unidas, el CMI fue creado después de las dos guerras mundiales con la esperanza de que los cristianos pudieran dejar de lado sus diferencias doctrinales y contribuir a la construcción de un mundo nuevo. La organización, que tiene alrededor de 100 empleados en Ginebra, dice que se focaliza en “fortalecer las relaciones con las iglesias miembros y los socios ecuménicos, la vida espiritual, la participación de los jóvenes, el diálogo y la cooperación interreligiosa y en construir una comunidad justa de mujeres y hombres”.
La Iglesia Católica Romana decidió no unirse al CMI cuando este organismo fue establecido, ni tampoco más tarde en la década de 1960, cuando se debatió la cuestión de la unidad de los cristianos y los dos cuerpos se acercaron.
Andrzej Choromanski, representante del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, señaló que la decisión de no unirse obedeció a “razones teológicas y prácticas”.
“La Iglesia Católica es una iglesia universal con 1 200 millones de miembros, mientras que el CMI representa 500 millones. Tendría que replantearse su organización y toma de decisiones si la Iglesia Católica se uniera”, dijo a los periodistas.
A pesar de no estar afiliado, el Vaticano envía alrededor de 50 observadores para participar en los comités del CMI que se ocupan de cuestiones como la promoción de la paz, los migrantes y los refugiados, la doctrina religiosa y la educación.
Altamente significativa
Para Michel GrandjeanEnlace externo, profesor de Historia Cristiana en la Universidad de Ginebra, el viaje del papa a Ginebra no es una simbólica celebración de cumpleaños, sino una visita de trabajo muy significativa. Se produce, agregó, en un momento en que el ecumenismo necesita un impulso.
“Creo que hay muchos temas por discutir, como la organización de estas federaciones de iglesias”, puntualizó a swissinfo.ch. “Además, hay puntos de entendimiento que deben ser analizados. La Iglesia Católica Romana todavía se refiere a sí misma como “la iglesia” en singular, como si fuera el único cuerpo auténtico mientras que las otras tienen tintes de suspición: no son vistas como iglesias, sino simplemente como comunidades eclesiásticas”.
A pesar de las diferencias religiosas, los organizadores dicen que la visita papal a Ginebra envía un importante signo de unidad.
“El Santo Padre hace mucho por los cristianos y nos dice que debemos promover una forma de pensar juntos”, señaló Choromanski.
La de Ginebra será la segunda visita europea de Francisco con un claro acento ecuménico tras su viaje a Lund en octubre de 2016. Asistió entonces en la ciudad sueca a la conmemoración del 500 aniversario de la Reforma ProtestanteEnlace externo junto a los líderes de la Federación Luterana Mundial.