“Holywins” es un juego de palabras que significa “la santidad vence”. Evidentemente la similitud fonética con la palabra “Halloween” no es casual. “Halloween” significa “víspera de Todos los Santos”, pero esta celebración ha ido perdiendo su relación con la fe cristiana, y su forma de plantear la vida y la muerte, el bien y el mal, son completamente distintas. No es conforme a la visión cristiana una especie de culto a la muerte o de exaltación de lo monstruoso y lo feo. Lo propio del cristianismo es celebrar el triunfo de la vida y promover el bien y la belleza.
La diócesis de Alcalá de Henares ha sido pionera en España a la hora de celebrar Holywins, una iniciativa que nació en París el año 2002. Desde esta diócesis madrileña recuerdan las palabras del Papa Francisco en las que subraya que la solemnidad de Todos los Santos es “nuestra fiesta”, no porque los cristianos seamos buenos, sino porque la santidad de Dios ha tocado nuestra vida.
Cada vez son más las diócesis que se suman a la celebración de Holywins para transmitir que la vida es hermosa y su meta es el Cielo, que son muchos los que ya han llegado y que todos estamos llamados a compartir su felicidad, porque todos podemos ser santos. Frente a los disfraces de muertos vivientes que llenan las calles el 31 de octubre, en esta celebración se propone a los niños vestirse de santos de las diversas épocas.
Para ello la diócesis de Alcalá recomienda consultar la iconografía de algunos de ellos, como Teresa de Jesús, Tomás Moro, Francisco Javier, Juan Pablo II o Teresa de Calcuta. Desde las cinco de la tarde del jueves 31 se reunirán en el Patio del Palacio Arzobispal donde participarán en diversos juegos y talleres. A los adolescentes se les propone una cena con diversos testimonios y después turnos de oración ante el Santísimo. El obispo, Mons. Juan Antonio Reig, presidirá la misa para todos en la Catedral Magistral a las siete de la tarde, seguida de una vigilia.