Muslos, tibias o cráneos fragmentados de humanos adultos. Este es el material que utilizaron en Bélgica durante la segunda mitad del siglo XV para construir hasta nueve paredes de huesos debajo de la catedral de San Bavón (Sint-Baafskathedraal) en Gante. La estructura se encontró a la altura de una de las capillas de la corona.
“Este hallazgo es único para Flandes: no hay material comparable disponible”, señalan los arqueólogos de la empresa Ruben Willaert restauratie & archeologie decoratie. Fuera de Bélgica sí hay algunos ejemplos parecidos como las catacumbas de París, algunas capillas específicas en Rumania o Bulgaria o iglesias en desuso.
Patrón de la ciudad
La catedral de Gante, construida en honor de San Bavón, que vivió entre los años 589 y el 654
Los investigadores creen que estos muros hallados en Gante pueden estar “estar asociados con una fase de limpieza del cementerio”. “El traslado puede haber tenido varias causas: una renovación de la iglesia o una apremiante falta de espacio en el campo santo”, señalan los arqueólogos flamencos.
La catedral de Gante, construida en honor de San Bavón, patrón de la ciudad y que vivió entre los años 589 y el 654, se alzó sobre los restos de la antigua capilla de San Juan Bautista (Sint-Janskerk). hecha primordialmente de madera y que fue consagrada en el 942 por Transmaro, el obispo de Tournai y Noyon. Aún se pueden ver restos de esta construcción en la cripta.
“A menudo se encuentran numerosos paquetes y pozos llenos de huesos en los cementerios (medievales), pero esto generalmente se refiere a material óseo sin clasificar. En este sitio, en cambio, se hizo una selección clara entre algunos de los huesos más grandes (del cuerpo), además de realizar una construcción ordenada”, indican los especialistas en un comunicado.
Se conocen dos períodos en los que se realizó una limpieza parcial del cementerio asociado a la catedral de San Bavón. El primero fue durante la primera mitad del siglo XVI y el otro fue después de 1784, el año en que se abandonó el campo santo. “Los análisis de laboratorio han demostrado que el material óseo (de las paredes) data principalmente de la segunda mitad del siglo XV”, señalan.
En la Edad Media
La suposición era que había una resurrección física completa y por eso se tenían que conservar los huesos
Cuando se limpiaba parte de un cementerio en el pasado, la gente a veces conservaba huesos de las tumbas despejadas. “Ya que la suposición era que había una resurrección física completa, los huesos eran las partes más importantes del cuerpo. Es por eso que su preservación fue muy importante durante la Edad Media”, explican los arqueólogos.
“Al limpiar las sepulturas, no era posible tirar el material óseo. Por eso a veces se construyeron casas de piedra dentro de los cementerios, ubicadas contra la pared de las iglesias. Estos osarios se utilizaban para guardar los cráneos y los huesos largos. Como las tareas de limpieza a menudo se hacían apresuradamente, estos eran más fáciles de recolectar que otros más pequeños o frágiles como vértebras, costillas y falanges de manos y pies”, apuntan.
A primera vista, los huesos y cráneos de estas paredes de Gante provienen de una población “normal”. “No parece que hubiera una selección notable basada en el género o la edad de los adultos”, aseguran los investigadores. “Se trata de hombres y mujeres de todas las edades. Lo que sí llama la atención es que casi no se encontraron huesos de niños y jóvenes”, añaden.
Hay que tener en cuenta que el material óseo de los más pequeños son pequeños y frágiles, por lo que los expertos creen probable que no fueron recolectados. “Las tumbas de los niños generalmente recibieron menos cuidado y atención que las sepulturas de los adultos”, concluyen.
Las excavaciones de la compañía holandesa se realizaron antes de la construcción de un nuevo centro de visitantes en la catedral, que es especialmente conocida por albergar el retablo de la Adoración del Cordero Místico (o Altar de Gante), la obra de los hermanos Hubert y Jan van Eyck realizada en 1432.