El aislamiento se produce cuando se transitan los cuarenta días de preparación para la principal celebración cristiana: la resurrección de Cristo en la Pascua.

Como casi toda la actividad en el país, la práctica religiosa de las diferentes confesiones sufre las restricciones de la cuarentena por el coronavirus​ y está abriendo paso a la creatividad de los ministros religiosos y de los propios fieles para seguir con la observancia del culto y los rezos respectivos, fundamentalmente porque los oficios en los templos están prohibidos.

En el caso de los cristianos, el aislamiento se produce cuando están transitando de cuaresma, los cuarenta días de preparación para su principal celebración: la resurrección de Cristo en la Pascua. Se trata de un tiempo en que la práctica religiosa se incentiva, particularmente en el tramo final, la Semana Santa​, que este año se celebra entre los domingos 5 y 12 de abril.

Como la misa es central en la práctica religiosa, en línea con la actitud del Papa Francisco​, cuya celebración diaria en la capilla de la residencia de Santa Marta es transmitida por TV y streaming, son cada vez más las parroquias que hacen lo propio gracias a las nuevas tecnologías que les permiten con cierta facilidad desde un celular subirla a internet.

“El seguimiento de la misa por TV o por streaming está concitando cada vez más adhesiones, son muchos los fieles que se están sumando”, dice a Clarín​ el jefe de prensa del Episcopado, padre Máximo Jurcinovic. Señala que en muchos casos la celebración queda grabada en el sitio de la parroquia para que pueda ser oía en cualquier momento.

Por caso, el director de la Pastoral Universitaria, presbítero Guillermo Marcó, transmite diariamente en vivo a las 20 la misa que oficia en la capilla de su sede a través del sitio www.parroquiaonline.net/rezo. Además de que sube cotidianamente a Instagram (@pguillermomarco) un comentario de dos minutos del Evangelio del día.

 

Sin embargo, no es posible el acceso a la eucaristía (recibir la hostia) –el alimento espiritual esencial de los católicos-, que en su gran mayoría los fieles la reciben (comulgan) en la misa. Por eso, y también en línea con el pedido del pontífice, los obispos llaman a una “comunión espiritual” a partir de una actitud de contemplación.

 

Como en la ciudad de Buenos Aires las restricciones llegan por ahora, hasta el 12 de abril inclusive, la principal celebración pública de la Semana Santa, el Vía Crucis –que conmemora la pasión y muerte de Jesús- or las calles de la Ciudad no podrá realizarse este año. Así como tampoco los demás oficios de esos días.

La agencia católica AICA consignó que muchas familias católicas buscan recrear los espacios de oración en sus casas, preparando altares caseros para vivir la celebración de la misa distancia y generar momentos de adoración eucarística e, incluso, el rezo del rosario.

 

Con una imagen, una estampa, una vela y la Biblia, los hogares se convierten en “iglesias domésticas”, también como recomendó oportunamente el Papa Francisco, completa. Por lo demás, una resolución del Poder Ejecutivo establece que los ministros de todos los cultos podrán llevar asistencia espiritual en casos muy fundados.