Tras su Ángelus de este 22 de marzo, el Papa Francisco invitó a todos los jefes de las Iglesias, a los líderes de comunidades cristianas y a todos los fieles a sumarse a dos momentos de oración mundial el próximo 25 y 27 de marzo.

La invitación, explicó, es a orar de forma permanentemente, pero a hacerlo todos unidos en esas dos fechas como una forma de responder a la pandemia de coronavirus COVID-19 con la universalidad de la oración, de la compasión y de la ternura.

Rezo mundial del Padrenuestro

La primera invitación es para el miércoles 25 de marzo al mediodía (tiempo de Roma), 05:00 horas (tiempo de México), para rezar juntos el Padre Nuestro.

“El día en que muchos cristianos recuerdan el anuncio a la Virgen María de la Encarnación del Verbo, que el Señor escuche la oración unánime de todos sus discípulos que se preparan a celebrar la victoria de Cristo resucitado”, dijo el Santo Padre.

Bendición Urbi et Orbi

El Papa anunció también que el viernes 27 de marzo presidirá un momento de oración en el Sagrato de la Basílica de San Pedro, con la plaza vacía.

Será a las 18:00 horas (tiempo de Roma), 11:00 horas (tiempo de México). 

“Escucharemos la Palabra de Dios, elevaremos nuestra súplica, adoraremos al Santísimo Sacramento, con el que al final daré la bendición Urbi et Orbi, a la cual se adjuntará la posibilidad de recibir la indulgencia plenaria”, dijo.

Es un caso excepcional, pues generalmente esta bendición se imparte en dos ocasiones, el Domingo de Pascua y en Navidad.

“Permanezcamos unidos. Hagamos sentir nuestra cercanía con las personas más solas y exhaustas”, dijo.

“Nuestra cercanía a los médicos, a los agentes sanitarios, enfermeras y enfermeros, voluntarios, con las autoridades”

“Con los policías, a los soldados en la calle que siempre tratan de mantener el orden, que se cumplan las cosas que el gobierno nos pide que hagamos por el bien de todos. Cercanía a todos”.

Hoy leamos el pasaje del ciego

Durante su mensaje previo al Ángelus, Francisco reflexionó sobre la lectura del evangelio de este domingo (Jn 9, 1-41), que muestra el pasaje en que Jesús cura a un ciego de nacimiento.

Jesús es la luz del mundo que aclara nuestras tinieblas. “Y esto hizo con el ciego, a quien iluminó en dos niveles, físico y espiritual, con el propósito de conducirlo a la fe a través de un camino de transformación interior”, dijo el Santo Padre.

El Papa hizo una invitación a todos a leer este domingo este pasaje.

“Hoy tomen el evangelio y lean lentamente el capítulo 9, yo también lo haré, nos va a hacer mucho bien a todos”.