Los restos de lo que había sido un próspero pueblo cristiano destruido por fuerzas persas hace unos 1,400 años ha sido descubierto en la Galilea oeste, en el asentamiento rural del período bizantino Pi Metzuba.
Según los arqueólogos el pueblo cristiano fue destruido a principios del siglo VII cuando Persia invadió la región durante su conflicto con el imperio bizantino.
Las excavaciones descubrieron tesoros como un edificio marcado con símbolos cristianos y también un mosaico decorado de inspiración pagana con figuras animales y humanas, así como recursos florales.
Los arqueólogos fueron alertados de las ruinas del pueblo bizantino durante el ensanchamiento de una carretera que une el pueblo de Shlomi con el kibutz Hanita, cerca de la frontera con el Líbano, como se publicó en la revista especializada Atiqot de la Autoridad de antigüedades de Israel.
Las excavaciones en realidad datan del año 2007, pero los expertos no habían publicado sus hallazgos hasta ahora. El consenso es de que se trata del pueblo de Pi Metzuba, mencionado en el Talmud de Jerusalén, el compendio de leyes religiosas judías compiladas en la Galilea entre los siglos IV y V.
El nombre del pueblo se ha mantenido a lo largo de la historia, en asentamientos de los cruzados, mamelucos, otomanos y, hoy en día, en el kibutz de Metzuba.
CRUCES EN LAS PUERTAS
Los arqueólogos encontraron cruces en los dinteles de las puertas, cerámica y objetos de uso cotidiano. Pi Metzuba era un pueblo rural relativamente grande, de 5 hectáreas, señalan los
investigadores, y hasta ahora solo una pequeña parte ha sido excavada.
El Imperio Bizantino y la Persia Sasánida combatieron una larga y sangrienta guerra desde el 602 hasta el 628, durante la cual los persas invadieron y ocuparon la Galilea y el resto de Tierra Santa, a partir del año 613.
Más adelante los bizantinos vencieron a los persas y reconquistaron lo perdido en el Levante, pero las guerras debilitaron a ambos imperios y los dejaron vulnerables al avance de califato islámico en arabia, que invadió la zona en 630. Es habitual que en Israel cualquier proyecto de construcción precedido de una gran excavación encuentre vestigios del pasado.