La primera vez que Paula White oró con Donald Trump fue cuando este era anfitrión del reality show, El Aprendiz. Transcurrida poco más de una década, White dirigía al país en oración mientras el multimillonario prestaba juramento como el 45º presidente de Estados Unidos.

White no es la única confidente espiritual allegada a Trump, pero sí ha sido uno de sus defensores más vocales durante los primeros siete meses en el cargo. El lunes pasado, durante una presentación en The Jim Bakker Show, un programa de entrevistas de la derecha, la pastora de 51 años sugirió que quienes critican o se oponen a Trump están oponiéndose a la obra de Dios.

“Ha sido enaltecido por Dios porque Dios dice que Él enaltece y coloca a las personas en lugares de autoridad. Es Dios quien enaltece a un rey, es Dios quien nos hace caer. Así que, cuando luchas contra un plan divino, estás luchando contra la mano de Dios”, declaró White.

La amistad de Trump y White ha coincidido con el surgimiento de esta como tele-evangelista y pastora. Nacida en Mississippi, White tuvo una infancia turbulenta: su padre se suicidó, y ella afirma que sufrió abusos físicos y sexuales en su adolescencia. Se convirtió al cristianismo a los 18 años, después de haber tenido –según afirma- una visión en la que Dios le dijo que quería que predicara el Evangelio.


La tele-evangelista Paula White pronuncia un sermón durante la ceremonia para firmar una orden ejecutiva, en el Jardín de Rosas de la Casa Blanca, en Washington, D.C., el 4 de mayo. MANDEL NGAN / AFP / GETTY

Desde 2012, White ha sido la pastora principal del Centro Cristiano New Destiny, mega iglesia de Florida que atrae a miles de fieles a sus servicios semanales. También es directora de los Ministerios Paula White, y es una comentarista cristiana habitual en programas de radio y televisión. Al igual que Trump, se ha casado tres veces; su actual marido, Jonathan Cain, es el músico que escribió “Don’t Stop Believing”, la exitosa canción de la banda de rock Journey.

White es célebre por su controvertida versión del cristianismo, conocida como “evangelio de la prosperidad”, cuyos proponentes predican que vivir como buenos cristianos no solo conduce a la vida eterna, sino también a una abundancia de riquezas materiales en este mundo. Durante un evento televisado en 2007, White afirmó: “Cualquiera que diga que debes negarte a ti mismo, es un enviado de Satanás”.

No obstante, semejantes opiniones son repudiadas por muchos cristianos, sobre todo ante la indicación que hace Jesús en el Evangelio de Mateo: “Si alguien quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”.

A partir de 2007, varios tele-evangelistas prominentes, incluida White, fueron objeto de una investigación del senador republicano, Charles Grassley, quien pretendía esclarecer las finanzas de los ministerios que solicitan millones de dólares en donativos. Los resultados fueron publicados en 2011 sin haber llegado a conclusiones definitivas, aunque White aún sigue defendiéndose de acusaciones en muchos frentes, desde su fortuna personal hasta sus doctrinas teológicas.

“Me han llamado hereje, apóstata, adúltera, charlatana y adicta. Han informado, falsamente, que una vez me declaré en bancarrota y –mi acusación favorita- que niego a la Trinidad”, dijo en una entrevista con CNN, en enero.

Su amistad con Trump inició con una llamada telefónica que le hizo el magnate de bienes raíces en 2002. White asegura que Trump la llamó mientras miraba uno de sus sermones en televisión. “Estaba mirando la televisión cristiana y me preguntó, ‘¿Alguna vez vienes a Nueva York?’”. Después de aquel encuentro de oración inicial, la pareja ha desarrollado una relación tan estrecha que algunos consideran a White como el asesor espiritual más allegado a Trump.

“[Ella] es como otra hija para el presidente y otra hermana para Ivanka”, dijo Johnnie Moore, activista cristiano y miembro de la junta evangélica que asesora a Trump, en una entrevista de julio con Newsweek, luego de reunirse con Trump en la Casa Blanca; reunión a la que también asistió White.


El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, toma asiento entre Paula White, del Centro Cristiano New Destiny, y el vicepresidente ejecutivo y CEO de la Asociación Nacional del Rifle, Wayne LaPierre, durante una reunión sobre la nominación presidencial de Neil Gorsuch a la Suprema Corte, en el salón Roosevelt de la Casa Blanca, en Washington, D.C., el 1 de febrero. MICHAEL REYNOLDS – FONDO / GETTY

White fue nombrada presidenta de dicha junta de asesores, la cual convocó Trump durante la campaña presidencial de 2016 con miras a llegar a los votantes cristianos. Durante la campaña, Trump fue sometido a estrecho escrutinio en cuanto a sus creencias religiosas personales –tuvo dificultades para citar su versículo bíblico favorito y se refirió a la Sagrada Comunión como “mi vinito y mi galletita”- y, pese a ello, recibió el abrumador respaldo de los evangélicos blancos en las elecciones, 81 por ciento de los cuales emitió su voto por el Partido Republicano.

White y otros cristianos notorios se mostraron muy complacidos cuando Trump nominó a Neil Gorsuch como juez de la Suprema Corte, pues Gorsuch es un “originalista” –esto significa que interpreta la Constitución de Estados Unidos de manera literal e inmutable-, y enThe Jim Bakker Show, la propia White describió su nominación como un “milagro de Dios”.

“Estamos, literalmente, sembrando el pánico entre los espíritus demoniacos… Si ponemos a otros dos [jueces en la Suprema Corte], podremos revertir las leyes y los decretos demoniacos que han mantenido cautiva a esta nación”, declaró White.

Si bien White ha sido una defensora prominente de Trump, el presidente también ha apoyado a su pastora favorita. “Lee esto, y estarás listo para tener un gran éxito”, proclama una reseña escrita por Trump en la portada del libro que White lanzó en 2009, “Dare to Dream”. Así mismo, Trump ha descrito a la pastora como “una persona hermosa, por dentro y por fuera”.

Mientras la presidencia Trump persista en cortejar a los líderes cristianos evangélicos, quienes tienen gran influencia en su extensa feligresía, es muy probable que White siga desempeñando un papel clave para guiar el camino del presidente.