Aquí te presentamos los principales conceptos acerca del texto que guía a los cristianos:

Lo que no es la Biblia

En primer lugar la Biblia no es un libro para tenerlo en la biblioteca o en otro lugar acumulando polvo.

No es como muchos creen un “gran recetario” de “fórmulas mágicas” ni tampoco simplemente una “serie de doctrinas”. No es simplemente un “código de normas de obligaciones y prohibiciones” o un libro de “verdades abstractas”.

La Biblia no tiene el objetivo de proporcionar argumentos para discusiones teológicas, para refutar ni para derrotar a otras personas en acaloradas discusiones.

Tampoco la Biblia relata historias de personas “impecables”. Notablemente los personajes de la Biblia, en su mayoría cometieron muchos errores y se relatan las historias de fidelidades e infidelidades, bondad y maldad, obediencia y pecado.

Entonces, ¿qué es?

Primordialmente, la Biblia es la Palabra personal de Dios para cada uno de los seres humanos. Aunque Dios se reveló a través de la historia humana, a través de personas que redactaron el texto bíblico, consideramos que la Biblia es la historia del amor de Dios a los seres humanos y de la fe.

Un aspecto a tener en cuenta es que toda la Biblia tiene el fin de ir marcando los pasos de la historia apuntando hacia el Mesías, Jesucristo, el Dios que vino a vivir en este mundo de pecado para una plena identificación con la humanidad y lograr un camino de salida para la salvación de los pecadores.

Por eso la Biblia más que otra cosa es fuente de fe, de esperanza y de amor, en todo tiempo, para toda persona, en todo momento.

¿De dónde proviene la palabra Bíblia?

Si bien podrían existir muchas definiciones de lo que es la Biblia, empezaremos por el significado de la palabra Biblia. La palabra deriva de una antigua ciudad Fenicia llamada Gebal, conocida también como Biblos, que producía y exportaba rollos de papiros. La palabra Biblia viene del griego βιβλιον (biblion = libro). La palabra Biblioteca sería un conjunto de libros.

La denominación “Biblia” aparece vinculada a los libros sagrados judíos desde la versión de los Setenta (Septuaginta) cuando se tradujo el Antiguo Testamento al Griego con el uso de la expresión. «Ta biblía ta hagia» (los libros sagrados= la Sagrada Biblia). (280 a.C. a 100 a.C).

No se conoce el momento exacto cuando comenzó a usarse la palabra Biblia para el conjunto de libros de “libros sagrados” pero se puede afirmar que fue durante los primeros siglos del cristianismo.

¿Cómo fue formada la Biblia?

La Biblia no fue escrita de una sola vez. Tampoco nos cayó del cielo, autografiada por Dios.

En realidad, es una colección de libros que fueron escritos durante cientos de años. Estos libros fueron escritos probablemente durante un período de unos 1.500 años y fue escrita por más de 40 personas (profetas y apóstoles). Los libros más antiguos fueron escritos unos 1.400 años a.C (o sea hace 3.400 años).

El proceso de incluir libros en la Biblia tampoco fue algo muy sencillo. Llevó años y diversos concilios en los que se analizaron los argumentos para que un libro ingrese o no al “canon”.

¿Qué es el cánon?

El canon Bíblico es el conjunto de libros considerados divinamente inspirados y que por lo tanto constituyen la Biblia. Aunque podríamos hablar en varios libros sobre el significado de inspiración, solo diremos que esto se refiere a que Dios fue guiando a los escritores de los libros de la Biblia para que tengamos un documento fidedigno y confiable de la historia del pueblo de Dios y la forma cómo Dios fue demostrando su voluntad y su amor en diferentes momentos de la historia. El canon bíblico cristiano está constituido por los cánones del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento.

Se formó a través de un proceso, hecho primeramente por los rabinos judíos y los eruditos, y más tarde por los primeros cristianos. Consideramos que Dios fue guiando todo el proceso para llegar hoy en día a tener la Biblia en su conjunto.

Solo por mencionar el Canon del Antiguo Testamento se determinó en el concilio de Jamnia, en el 100 d.C. Se aprobaron 39 libros, los cuáles fueron escritos en Hebreo y Araméo, excluyendo los libros griegos.

Referente al Nuevo Testamento, la iglesia ya los utilizó desde el siglo I, aunque oficialmente se aprobaron 27 libros en el Concilio de Cartago del 397 d.C.

No creemos que los concilios realmente sean la voz de Dios para fijar los libros que debían incluirse en la Biblia, pero ellos tomaron los libros que la iglesia ya consideraba como libros inspirados por Dios. Solo en pocos libros se tuvo alguna discusión si debían o no incluirse en el conjunto de libros.

Finalmente hoy consideramos que los libros del Antiguo Testamento considerados textos inspirados por Jesús, por los apóstoles y los libros del Nuevo Testamento utilizados por la iglesia primitiva son los que hoy tenemos en la Biblia actual.

Pero ¿para qué me sirve la Biblia hoy en el siglo XXI?

La Biblia puede y debe servirnos para iluminar nuestro presente, para poder discernir la presencia de Dios, para poder leer las señales de los tiempos. O sea en medio de todo lo que pasa en el mundo, podemos captar los acontecimientos reveladores de la presencia salvadora de Dios. En todo esto podemos ver la dirección de Dios de la historia, y que Él espera de nosotros.

El mismo Dios, que sacó a Israel de Egipto, que tanto amó al mundo que envió a su Hijo único, sigue obrando hoy, en nuestra historia presente.

También podemos decir que nuestro presente, ilumina el texto bíblico. Por eso la Biblia no es un libro muerto, del pasado, sino que tiene un mensaje para todas las épocas, y podemos decir que para cada persona. Es un libro que puede enriquecer nuestra fe presente acercándonos a Dios, a nuestro Salvador Jesucristo y entender guiados por el Espíritu Santo, durante la lectura y reflexión de cada uno de los textos.

Quizá sería bueno poder tener una metodología de estudio de la Biblia, pero este es un tema para otros artículos. Simplemente, si tiene una Biblia juntando polvo en su biblioteca, sáquela, y comience a leerla. Quizá un Salmo, o un capítulo de Proverbios, o uno de los Evangelios. Pero comience lo más pronto posible, no ponga excusas y hágalo ya.

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Fuentes:

  • Charles F. Pfeiffer. Diccionario Bíblico Arqueológico. Mundo Hispano.
  • La Biblia, El libro del Pueblo de Dios. Fundación Palabra de Vida.
  • Yattenciy Bonilla. Descubriendo el misterio del Texto Bíblico. SEMISUD.
  • Nuevo Diccionario de la Biblia. Unilit.