El gobierno de China está destruyendo cruces, cerrando iglesias y quemando biblias para forzar a los creyentes cristianos a firmar papeles en los que renuncian a su fe, según la cadena Fox News. Al parecer hay una ofensiva en aumento contra congregaciones religiosas en Pekín y otras provincias.
El castigo a la libertad religiosa es parte de una campaña oficial para asimilar conceptos occidentales al idioma y a la cultura china y para demandar lealtad al partido Comunista ateo y remover cualquier reto potencial a su poder en el país.
Según Fox News, la situación se ha vuelto cada vez más funesta para la comunidad cristiana en China. Un abogado de Trump declaró que los Estados Unidos están trabajando mucho para presionar al gobierno de China y detener la persecución. Esta misma cadena informativa reporta que este tipo de campaña empezó hace al menos seis años. Según ese reporte, un tercio de los creyentes que pertenecen a algún grupo de fe tienen que enfrentar de altos a muy altos niveles de persecución, que van desde acoso burocrático hasta explotación económica, términos duros de prisión e incluso violencia.
Según algunos activistas, actualmente el gobierno chino está ejerciendo la más severa supresión del Cristianismo en el país desde que las libertades religiosas fueron consignadas en la constitución china de 1982. Estos activistas han registrado repetidamente fotografías de lo que parece ser pilas de biblias quemándose y formas declaratorias en las que los firmantes renuncian a su fe