A continuación escribo la respuesta que Albert Einstein dijo a su maestro escéptico quien creía y  aseveraba que Dios no existía basado en la creencia  de que si el bien existiera entonces no existiría el mal.

Einstein joven estudiante en aquel tiempo cuestiona a su maestro en cuanto a la existencia del frío, el maestro responde que obvio el frío existe, el joven alumno responde,  el frío no existe, de acuerdo con las leyes de la física, lo que consideramos frío en realidad es la ausencia de calor. Se puede estudiar que cualquier cuerpo u objeto transmite energía, y el calor es lo que hace que un cuerpo o una materia tenga o transmita energía. El cero absoluto es la total ausencia de calor; a esta temperatura toda la materia se vuelve inerte y es incapaz de reaccionar. El frío no existe.

Hemos creado esa palabra para describir como nos sentimos cuando experimentamos calor, haciendo una pausa, el estudiante hizo una pregunta: ¿existe la oscuridad?

Por supuesto que sí, respondió el profesor.

La oscuridad tampoco existe, explica el joven, en realidad es la ausencia de la luz. Podemos estudiar la luz, pero no la oscuridad. De hecho, aunque podemos usar el prisma de Newton para descomponer la luz blanca en muchos colores y estudiar la longitud de onda de cada uno, no somos capaces de medir la oscuridad. Un simple rayo de luz puede romper un  mundo de oscuridad e iluminarlo.

¿Cómo podemos saber hasta qué punto es oscuro un espacio? Midiendo la cantidad de luz presente.

Oscuridad es un término que los seres humanos usamos  para describir lo que ocurre cuando no hay luz presente.

El alumno pregunta de nuevo  ¿existe el mal?

Pues claro, contesta su maestro, lo comprobamos todos los días. Diariamente tenemos ejemplos de lo inhumanos que podemos llegar a ser las personas. Lo vemos en la increíble cantidad de violencia y crímenes que se dan día a día en todos los lugares del mundo. Todo no son más que manifestaciones del mal.

El estudiante contestó con estas palabras; el mal no existe, o al menos no existe por sí mismo. El mal es solo la ausencia relativa de Dios. Es como el caso de la oscuridad y el frío, una palabra que los seres humanos hemos creado para describir la ausencia de Dios.

Dios no creo el mal, lo que llamamos mal es solo la consecuencia de lo que sucede cuando una persona no siente la presencia del amor de Dios en su corazón. Es como el frío que viene cuando no hay calor o la oscuridad que viene cuando no hay luz.

Reflexionado acerca de esto podemos concluir que Dios existe y que  Dios es amor,  y además él es luz.

Juan 8:12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

1 Juan 4:16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él”

Si hay falta de amor y  hay oscuridad en nuestras vidas y nos sentimos invadidos por sentimientos de soledad,  abandono, vacío, falta de perdón, tristeza, depresión, ansiedad, desanimo, desilusión, apatía o indiferencia  es porque hay ausencia de luz.

Por lo tanto si invitamos al Señor a morar dentro de nosotros abriéndole las puertas de nuestro corazón, Él disipará todas las tinieblas y como rayo de luz iluminará nuestra oscura vida, cambiara nuestra percepción de las cosas  y nuestro entorno, a una esfera de luz, donde prevalecerán el amor, el perdón y la paz interior.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Nació en Parral, Chihuahua, México. Casada con Luis Ortega Madrid, es madre de tres hijas, Mirka, Aimee y Paola. Administra su propio negocio en la ciudad de San Diego Ca., ciudad donde radica. “Empecé esta maravillosa carrera de amar y servir al señor Jesucristo hace 38 años y ha sido durante este periodo de tiempo que Él ha enriquecido mi vida espiritual, la de mi familia y la de mis amigos, he recibido diversas capacitaciones y entrenamientos en denominaciones pentecostales, asambleas De Dios y en la iglesia local en Anaheim, Ca.”