Con más de 500 partituras este músico italiano ha sido premiado hasta por el Vaticano y eso que decidió colgar la batuta hace tan solo un año. Falleció a los 91 años

Ennio Morricone falleció a los 91 años, tras una prolífica carrera en la que ha compuesto más de 500 bandas sonoras. En 2006, viendo que no se lo iban a dar, recibió de la academia de Hollywood un Oscar honorifico por toda su carrera. Por aquel entonces tan solo había compuesto unas 450 y todavía le faltaban por componer otro medio centenar de partituras más, incluida la que le otorgaría otro Oscar, Los odiosos ocho.

Morricone, con fama de cascarrabias y de carácter difícil recibía otro premio recientemente. Y van unos cuantos.

Se trataba del Premio de la Alianza Europea de Autores y Compositores (ECSA) quien le otorgó el Premio Camillde, un galardón que básicamente, entregan los músicos europeos a la mejor producción musical o al mejor compositor de música para un medio audiovisual.

Morricone ya no estaba para coger aviones de modo que fue la organización, que celebró una gala de entrega de premios en Bruselas, quien viajó a Roma para entregarle el premio en persona. Si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma.

Morricone ha sido premiado hasta por el Vaticano, que le otorgó el año pasado la Medalla de Oro Pontificia. No sé si esto tuvo algo que ver con la extraordinaria Misa que el músico italiano le dedicó al Papa Francisco.

En cualquier caso fue una espléndida acción/reacción en la que todos salimos ganando, sobre todo viniendo de un hombre que nunca ha escondido su fe en Dios. Llevaba tiempo dándole vueltas a la idea de componer una misa y la elección de Francisco como Santo Pontífice fue lo que le dio el espaldarazo definitivo.

Reconoce haber llorado con su propia música, concretamente con la que compuso para otra película de profundas raíces religiosas, La Misión, aunque otros hemos derramado lágrimas con otras tantas.

Personalmente no puedo evitar sucumbir antes las emotivas notas de la que quizá sea una de sus bandas sonoras menos conocidas pero les recomiendo encarecidamente que si tienen un momento de paz, le dediquen unos momentos a escuchar Corazones de hierro o a La leyenda del pianista en el océano que es además una hermosa película sobra la vida y el miedo a enfrentarse a la mera existencia.

Y esto por no hablar de temas míticos del músico italiano como El bueno el feo y el malo, donde destaca de forma especial su abrumador tema The Ectasy of GoldLos intocables o Cinema Paradiso.

Ennio Morricone ha hecho algo muy difícil a lo largo de su carrera, y es demostrar que en la música también habita el alma de una persona. Cuando Morricone ya no esté entre nosotros no hará falta ir al cementerio para visitarlo porque indiscutiblemente siempre podremos encontrarlo en su música.