La experimentación con la IA sigue avanzando en distintos ámbitos, y la iglesia no es ajena a ello. Unas 300 personas se unieron a un programa experimental de 45 minutos de la Iglesia Evangélica Alemana (la iglesia protestante estatal, EKD) en el que el 98% fue creado y realizado por máquinas.

“Por lo que verá y experimentará hoy, alrededor del 98% proviene de una máquina”. La breve presentación del teólogo y experto en tecnología Jonas Simmerlein dio paso al primer servicio de adoración dirigido por inteligencia artificial en Alemania.

En una abarrotada iglesia, la protestante de San Pablo, se celebró un servicio en el que avatares en forma humana generados artificialmente, proyectados en una pantalla, dirigieron el servicio a través de intercesiones, oraciones de salmos, la confesión de fe, un sermón y la bendición final. Incluso la música entre los elementos individuales fue compuesta por la IA, confirmó el servicio de prensa de la Iglesia Evangélica de Alemania.

El público siguió en su mayoría todas las indicaciones digitales, aunque en algunos puntos se escucharon susurros y algunas risas. “Hubiera esperado que el avatar al menos levantara los brazos durante la bendición”, dijo un fiel.

La EKD ha compartido un video resumen del peculiar servicio de adoración:

El culto quería ser una experiencia que condujera a una conversación más profunda. Se pidió a los asistentes que se dirigieran a la persona que estaba a su lado para comentar sus puntos de vista al finalizar el servicio.

En una mesa redonda, un filósofo y teólogo dijo que había sido “algo genial”, aunque se necesitaba más conversación sobre cómo relacionarse con la IA en contextos eclesiásticos. Otro experto en comunicación de la Iglesia se mostró algo más crítico, indicando que percibió una simplificación de la predicación y una pérdida del “arte de hablar”.

Parte de un gran evento bianual

El servicio de adoración experimental fue parte del “Día de la Iglesia de la Iglesia Evangélica de Alemania”, un gran evento de 4 días organizado cada dos años. La ciudad de Núremberg acogió el evento, que atrajo a un total de 100.000 visitantes.

Las mesas redondas sobre temas de actualidad, talleres, conciertos de música y eventos paralelos se cerraron el 11 de junio con un culto público al que asistieron 18.000 personas.

Entre los invitados se encontraba el jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz. Dijo que no haría comentarios sobre su fe personal, pero sí mencionó que había leído toda la Biblia.