Para algunas personas resulta confuso e incluso pueden afirmar que existe una diferencia determinante entre el cristianismo y el catolicismo.
El cristianismo es una religión monoteísta que se basa en la vida y enseñanzas de Jesús de Nazaret. Según el Pew Research Center alrededor de 2.300 millones de personas profesan esta creencia.
Esta fue la religión oficial y reconocida en Roma en sus años de Imperio.
De esta religión nacieron nuevas iglesias y, con ellas, nuevas formas de profesar la fe. Así, en la actualidad, se desprenden sus principales ramas: catolicismo, protestantismo y ortodoxia.
Los católicos reconocen la autoridad de el Papa, el sucesor de San Pedro como obispo de Roma. Los cristianos de oriente se separaron de Roma en el siglo XI y son conocidos como la iglesia ortodoxa. Los protestantes nacen a raíz del movimiento de la reforma en el siglo XVI.
Y cada una de estas ramas, a su vez, tienen otras subramas. Por ejemplo, entre los protestantes están los luteranos, pentecostales, bautistas, metodistas, anglicanos, entre otros. Entre los ortodoxos están las diferentes iglesias coptas.
Entre los católicos también hay ramas. La más grande es la Iglesia Católica Apostólica y Romana, con presencia principalmente en Europa y América Latina. Pero también están las iglesias católicas orientales, que cuentan con una antigua tradición en sus lugares de origen, por lo que aunque reconocen al papa y en esencia hacen parte de la misma expresión de la fe, tienen cierta autonomía y leves diferencias en cuanto a sus ritos y organización.
Así pues, a todos los católicos se les puede llamar cristianos, pero no todos los cristianos son católicos