El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha puesto fin a una tradición de casi veinte años al no celebrar en la Casa Blanca con representantes de la comunidad musulmana la cena de “iftar”, que marca el fin del ramadán.
Esta es una tradición que celebraban anualmente los presidentes estadounidenses desde que en 1999 lo hizo el demócrata Bill Clinton (1993-2001).
El ramadán, que cae en el noveno mes del calendario lunar islámico, comenzó el 27 de mayo y concluyó a la puesta del sol de sábado pasado, momento en el que musulmanes practicantes de todo el mundo celebran el Eid al-Fitr, la “fiesta de la ruptura del ayuno”.
En lugar de la celebración en la Casa Blanca, este año el Gobierno de Estados Unidos ha enviado un comunicado en el que Trump ha expredaso su “cálida felicitación” por dicha celebración.
“Los musulmanes en los Estados Unidos se unieron a los de todo el mundo durante el mes sagrado del ramadán para centrarse en actos de fe y caridad. Ahora, cuando conmemoran a Eid con sus familiares y amigos, continúan la tradición de ayudar a los vecinos y compartir el pan con gente de todas las clases sociales”, agregó.
Cabe destacar que Barack Obama solía invitar a la cena del fin del ayuno del ramadán a líderes musulmanes del país, incluidos los congresistas de esa religión.
Antes que él, fueron Clinton y el republicano George W. Bush (2001-2009) quienes mantuvieron esta tradición anual en la Casa Blanca, si bien el primer gobernante que acogió una cena de este tipo en la Casa Blanca fue Thomas Jefferson (1801-1809), en 1805.