El Consejo de Estado de Turquía revocó este viernes el decreto de Gabinete de 1934 que convirtió a Hagia Sofía (Santa Sofía), símbolo de Estambul, en un museo, lo que allanó el camino para que sea nuevamente usada como mezquita después de 85 años.

Una ONG en Estambul, la Asociación de Servicio a las Obras Históricas de Fundaciones Permanentes y al Medio Ambiente, había presentado una petición en el Consejo de Estado para solicitar la anulación de la decisión de convertir a Hagia Sofía en un museo luego de ser una mezquita durante casi 500 años.

El tribunal escuchó los argumentos de las partes en una audiencia el 2 de julio antes de emitir su fallo.

Según la decisión de la corte, Hagia Sofía es propiedad de una fundación establecida por el sultán otomano Mehmet el Conquistador y fue puesta al servicio de la comunidad para su uso continuo como mezquita.

La decisión señaló que en su título de propiedad, Hagia Sofía está definida como una «mezquita» y esto no se puede cambiar legalmente.

No se puede impedir que la comunidad a la que se le otorgó la mezquita ejerza sus derechos y beneficios a través de los bienes inmuebles antiguos que la fundación le dejó, dijo el fallo.

Concluyó que no es legalmente posible utilizar la edificación como algo diferente a una mezquita, ya que se define como tal en la escritura.

Bajo el Imperio Bizantino, Hagia Sofía fue utilizada como iglesia durante 916 años. En 1453, después de que el Imperio Otomano conquistó Estambul, el sultán Mehmet II, también conocido como el Conquistador, lo convirtió en una mezquita.

Un tesoro incomparable de la arquitectura mundial, Hagia Sofía se sometió a trabajos de restauración durante la era otomana, incluida la adición de minaretes para la llamada a la oración a cargo del famoso arquitecto Mimar Sinan.

En 1935, se convirtió en museo bajo la República Turca.

En los últimos años, los líderes turcos han pedido su uso nuevamente como mezquita y han permitido en ocasiones especiales la lectura del Corán, el libro sagrado de los musulmanes, en esta magna obra.

*Cagatay Zontur y Aicha Sandoval Alaguna contribuyeron con la redacción de esta nota.