Las autoridades de las dos principales iglesias cristianas en Alemania, la católica y la evangélica, y representantes de la comunidad judía se pronunciaron contra el ascenso de la ultraderecha y contra nuevas formas de antisemitismo.
“No podemos permitir que el respeto que le debemos a cualquier ser humano sea ridiculizado como buenismo o corrección política”, afirmó el encargado de las relaciones con el judaísmo de la Conferencia Episcopal Alemana, el obispo de Erfurt, Ulrich Neymer.
“El respeto a la dignidad humana no es un tabú que haya que romper, sino el fundamento de nuestra convivencia”, agregó, según el comunicado emitido con ocasión del encuentro anual de las dos organizaciones rabínicas existentes en Alemania con representantes de las iglesias cristianas.
El rabino Jonah Sievers, que está al frente de parte de la comunidad judía en Berlín, destacó que “lamentablemente el antisemitismo que había estado siempre latente se expresa de manera cada vez más abierta en la sociedad”.
“A veces aparece como el antisemitismo clásico y a veces disfrazado de crítica a Israel”, dijo Sievers.
El obispo evangélico de Hannover, Ralf Meister, por su parte, criticó la retórica agresiva de los populistas de derecha e instó a judíos y cristianos a hacer frente a ella.
Meister manifestó que el populismo es un “síntoma de una sociedad atemorizada” y dijo que había que procurar buscar el diálogo con aquellos ciudadanos que tienen miedo de descender socialmente.
Sin embargo, según Meister, no puede haber compromisos con aquellos que “buscan socavar las bases de nuestra convivencia democrática”.
El rabino de Osnabrück, Avraham Yitzchak Radbil, afirmó en su intervención que los elementos centrales del populismo de derecha ya aparecen descritos en la Biblia, concretamente en el libro del Éxodo, donde se cuenta cómo el faraón esclaviza a los judíos.
“Lo que caracteriza a todos los populistas de derecha es el hecho de que trata de convencer a su pueblo de que es la verdadera víctima en su propio país”, añadió.
Esa “estrategia del chivo expiatorio”, según el rabino, no sólo perjudica a los extranjeros, sino también a largo plazo a todos los ciudadanos.
“Por eso hay que oponerse a toda prédica del odio y a cualquier expresión xenófoba sin importar si su motivación es religiosa, social o política”, opinó.